Hoy quiero desatarme de cualquier atadura que esté afectando mi vida, la de mi cónyuge y la de mi familia, ya sea por causa mía o la de mis antepasados o por causa ajena a mi voluntad, para que con la espada del Espíritu se rompa toda atadura que esté afectando mi progreso espiritual y material. Ven, Espíritu Santo, tiernísimo consuelo, mi alma suspira por ti, mi corazón tiene sed de ti, solamente tú puedes hacerme feliz, solamente tú puedes cortar toda atadura que impida mi paz y mi progreso; divino Espíritu Santo: no rechaces la morada de mi pobre corazón.
- Si mi corazón es impuro, puedes purificarlo.
- Si mi corazón es tenebroso, puedes iluminarlo
- Si mi corazón es duro, puedes saciarlo de amor
- Si mi corazón es triste, puedes consolarlo
- Si mi corazón es débil, puedes fortalecerlo
- Si mi corazón es frío, puedes encenderlo.
- Si mi corazón es terrenal, puedes llenarlo de deseos celestiales.
- Si mi corazón es pecador, puedes liberarlo.
- Si mi corazón es inconstante, puedes tornarlo perseverante.
Ven, pues, oh, Espíritu Santo, Padre de los pobres, inúndame de tu amor.
Amén.