El Rosario de los 7 dolores de la Virgen María, es un Rosario cuyo rezo diario se dedica a los sufrimiento de María, antes, durante y después de la pasión de Cristo. El Rosario de los 7 Dolores de la Santísima Virgen María se reza durante el mes de Septiembre, mes dedicado a esta tan arraigada y popular advocación mariana.
Como Rezar este Rosario
La devoción a los 7 Dolores de la Virgen María tiene su origen en distintas revelaciones privadas que la misma Virgen María le enseño a Marie-Claire en Kibeho. Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores. Es importante que en cada misterio de dolor, se tome un momento para meditar en la magnitud del sufrimiento de María y en el poder de su amor.
Oraciones Preparatorias
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta para el perdón de mis pecados.
Amén.
Oración de Ofrecimiento
Dios mío, te ofrezco esta santa corona de los dolores principales de María, para mayor gloria vuestra, y para venerar a María Santísima, meditando y compartiendo en Ella sus dolores. Alcánzame la gracia del perdón de mis culpas y una verdadera disposición para obtener el fruto de las indulgencias concedidas a esta corona.
Primer Misterio: La Profecía de Simeón
«Ahora tu siervo puede morir en paz, mi Señor», dijo. Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción y una espada traspasará aun tu propia alma a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sufriste cuando escuchaste la profecía de Simeón, cuando te dijo que la Pasión de tu Hijo sería una espada de dolor que atravesaría Tu corazón.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Segundo Misterio: La Huida a Egipto
Un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.» Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».
Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sufriste en el destierro de Egipto, prueba y necesidad de aquel largo camino.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Tercer Misterio: El Niño Jesús Perdido
Sus padres iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y cuando tuvo doce años, subieron a la fiesta, como era costumbre. Pasados aquellos días, al regresar, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo advirtiesen sus padres. Suponiendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino buscándolo entre los parientes y conocidos, y como no lo encontrasen, retornaron a Jerusalén en busca suya.
Y ocurrió que, al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y preguntándoles. Cuantos le oían quedaban admirados de su sabiduría y de sus respuestas. Al verlo se maravillaron, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira cómo tu padre y yo, angustiados, te buscábamos. Y él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es necesario que yo esté en las cosas de mi Padre? Pero ellos no comprendieron lo que les dijo»
Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sentiste cuando perdiste a tu Divino Hijo en Jerusalén por tres días.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Cuarto Misterio: María Encuentra a Jesús Camino al Calvario
En la subida al Calvario Jesús encuentra a su madre. Sus miradas se cruzan. Se comprenden. María sabe quién es su Hijo. Sabe de dónde viene. Sabe cuál es su misión. María sabe que es su madre; pero sabe también que ella es hija suya. Lo ve sufrir, por todos los hombres, de ayer, hoy y mañana. Y sufre también ella.
Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sentiste cuando encontraste a tu Hijo con la cruz a cuestas camino del Calvario, con escarnios, injurias y caídas.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Quinto Misterio: Crucifixión y Muerte de Jesús
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sentiste cuando viste morir a tu Divino Hijo clavado en una cruz entre dos ladrones.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Sexto Misterio: María recibe el cuerpo de Jesús
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús aunque oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo.
Me compadezco Señora, de Ti, por el dolor que sufriste al recibir en vuestros brazos el cuerpo de Tu Santísimo Hijo, cubierto de sangre de tantas llagas y heridas.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Séptimo Misterio: El Cuerpo de Jesús es Colocado en el Sepulcro
Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó.
Madre mía, acompañas a tu Hijo al sepulcro y debes dejarlo allí, solo. Ahora tu dolor aumenta, tienes que volver entre los hombres, los que te hemos matado al Hijo, porque Él murió por todos nuestros pecados. Y Tú nos perdonas y nos amas.
Me compadezco Señora de Ti, por el dolor que sentiste en tu soledad, cuando dejaste el cuerpo de tu Hijo en el sepulcro.
- Rezar un Padre Nuestro
- Rezar 7 Ave Marías
- Rezar un Gloria
- Rezar la oración de Fátima
Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.
Conclusión
- A quién puedo querer o comparar contigo oh hija de Jerusalén?
Rezar 1 Ave María.
Virgen dolorosa, ruega por nosotros. - Qué ejemplo puedo mostrarte para tu comodidad oh Virgen hija de Sion?
Rezar 1 Ave María.
Virgen dolorosa, ruega por nosotros. - Porque grande como el mar es tu ruina, ¿quién podrá curarte?
Rezar 1 Ave María.
Rezar un Salve
Virgen dolorosa, ruega por nosotros.
María llena de misericordia, recuerda a nuestros corazones de los sufrimientos de Jesús durante su pasión.
Oremos
Derrama, Te suplicamos oh, Señor, Tu gracia en nuestros corazones, para que nosotros a los que la Encarnación de Cristo; Tu Hijo, se hizo conocida por el anuncio del ángel, podamos por su pasión y cruz, ser llevados a la gloria de su resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.