Señor Jesús, te pido hoy la gracia de perdonar; Señor, perdona la imagen equivocada que tuve de ti por las veces que en mi familia hubo muertes, enfermedades, dificultades económicas o por las cosas que yo pensé que eran castigos y que las personas decían que era la voluntad de Dios. Entonces fui rebelde y cruel. Purifica hoy mi corazón y mi mente, Señor Jesús.
Señor, yo me perdono a mí mismo por mi participación en espiritismo, juego de la copa o vaso, tijera, ouija; por usar brujería, leer horóscopos, búsqueda de la suerte, consultas a adivinos, usar amuletos. Yo rechazo todas estas supersticiones y te acepto a ti como mi Señor y Salvador; cúbreme con tu Espíritu Santo.
Señor, yo perdono a mi madre por las veces que ella me hirió, me guardó rencor, se enojó conmigo, me castigó, prefirió a mis hermanos y hermanas, me dijo que yo era tonto, feo, estúpido, el peor de sus hijos, que yo le costé mucho dinero a la familia, que yo no fui deseado, que fui un accidente, una equivocación, que no era lo que ella esperaba.
Yo perdono a mi padre por cualquier falta de ayuda, falta de amor, falta de afecto, falta de atención, por no darme su compañía.
Yo le perdono por sus peleas, discusiones, abandono, por estar lejos de casa por divorciarse de mi madre, por preferir permanecer fuera de casa, por beber, por sus críticas desagradables.
Señor, yo perdono a mis hermanos y hermanas, esos que me rechazaron, mintieron acerca de mí, me odiaron, me guardaron rencor, compitieron por el amor de mis padres, me hicieron daño físico, fueron muy severos conmigo, me hicieron la vida desagradable.
Señor, yo perdono a mi esposo o esposa por su falta de amor, falta de atención, falta de comunicación, por sus faltas, fracasos, debilidades, o esas otras acciones o palabras que me hirieron o molestaron (nombrarlos en este momento).
Señor, yo perdono a mis hijos por su falta de respeto, falta de obediencia, falta de amor, falta de afecto, por su abandono, falta de comprensión, por sus malos hábitos, por apartarse de la Iglesia.
Señor, yo perdono a mis familiares, abuelas y abuelos, tíos y tías, y a cualquier otro que haya interferido en nuestra familia, causando confusión, hecho que uno de mis padres estuviera contra el otro.
Señor, yo perdono a mis parientes políticos, especialmente a mi suegra y a mi suegro, a mis cuñadas y cuñados y a cualquier pariente político que de alguna manera me haya herido.
Señor, yo perdono a mis compañeros de trabajo que son desagradables, que me hacen la vida miserable, me recargan con su trabajo, me critican, no cooperan conmigo, tratan de quitarme mi trabajo.
Mis vecinos necesitan ser perdonados, Señor, por sus ruidos, por sus fiestas tarde por las noches, por el ladrido de sus perros que me mantienen despierto, por sus peleas y discusiones, por sus chismes.
Señor, yo perdono a todos los sacerdotes, monjas, obispos, a mi parroquia, a otras parroquias de antes, a los consejos parroquiales, a todas las asociaciones y movimientos de la Iglesia y a la Iglesia Católica Romana por todos sus cambios, falta de ayuda, pequeñez, malos sermones, falta de amistad, por no alentarme como debían, no darme inspiración, no usarme en una posición más útil o para la que se necesita más capacidad, por cualquier pena que me hayan causado a mí o a mi familia, aún en el pasado, yo les perdono.
Yo perdono a todos los profesionales que me hayan herido de cualquier forma: doctores, enfermeras, abogados, jueces, gobernantes, políticos y servidores civiles. Yo perdono a todas las personas que presten algún servicio: policías, bomberos, choferes de bus, trabajadores sociales, a los mecánicos de automóviles y a los que reparan la televisión, u otros aparatos eléctricos y electrónicos, los cuales me pueden haber quitado algún dinero.
Yo perdono a mi jefe por no pagarme lo suficiente, por no apreciar mi trabajo, por no ser bondadoso y razonable, por tener mal carácter y no ser amistoso, por no darme un puesto mejor.
Yo perdono a todas las maestras y los profesores, tanto del pasado como del presente, Señor, a esos que me insultaron, me humillaron, se burlaron de mí, fueron injustos, me dijeron tonto o estúpido, me hicieron quedar después de clases.
Señor, yo perdono a mis amigos, a los que hablaron mal de mí, perdieron contacto conmigo, no estuvieron disponibles cuando necesitaba ayuda, me pidieron dinero prestado y no me lo devolvieron.
Señor Jesús, yo oro especialmente por la gracia de perdonar a la persona que más daño me haya hecho en la vida, y yo oro especialmente por poder perdonarme a mí mismo por haber herido a mis padres, por emborracharme, por usar drogas, pecar contra la pureza, por libros malos, películas malas, por el mal uso de Internet, por fornicar, adulterio, homosexualidad, aborto, por robar, mentir, hacer trampa y defraudar.
Señor, yo te pido que todas esas personas a las que yo les he causado penas me perdonen, especialmente mi madre, padre, hijos y esposa(o).
Te doy gracias, Señor, por el amor que he recibido a través de ellos.
Amén