Por Pbro. Mons. Robert DeGrandis
Me pongo en presencia de Jesucristo y me someto a su Señorío.
“Pónganse las armaduras de Dios para poder resistir las maniobras del diablo” (Ef. 6:11). Me mantengo firme, en pie, “tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza.” (Ef. 6:14). “Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio” (Ef. 6:16). “Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios” (Ef. 6:17).
En Nombre de Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, ato a todos los espíritus del aire: la atmósfera, el agua, el fuego, el viento, la tierra, los abismos y el infierno.
También ato la influencia de cualquier alma errante o perdida que pueda estar presente y de cualquier emisario del poder satánico o de cualquier reunión de brujas, brujos o adoradores de Satán, que puedan estar presentes de alguna forma preternatural. Reclamo la Sangre de Jesús en el aire, en la atmósfera, en el agua, en el fuego, en el viento, en la tierra y sus frutos que nos rodean; en los abismos y en el infierno.
En nombre de Jesucristo prohíbo a cada adversario que he mencionado que se comuniquen entre sí, que se ayuden entre sí de cualquier manera, o que se comuniquen conmigo, y que no hagan ninguna cosa, a menos que se lo ordene en el nombre de Jesús.
En el nombre de Jesús, sello con su Sangre este lugar y todos los presentes y a toda la familia y amistades de aquellos aquí presentes y a sus hogares, posesiones y medios de sustento (se repite tres veces este párrafo).
En nombre de Jesucristo prohíbo a cualquier espíritu perdido, a brujos, a grupos satánicos o emisarios o a cualquiera de sus asociados, inferiores o superiores, que me hagan daño o se venguen en mi, en mi familia o en mis amistades o causen deterioro o perjudiquen cualquier cosa que poseamos.
En nombre de Jesucristo y por los méritos de su Preciosa Sangre, rompo y disuelvo cada maldición, embrujo, sello, hechizo, brujería, vínculo, trampa, ardid, mentira, escollo, obstáculo, decepción, desviación o distracción, influencia o cadena espiritual; también cada enfermedad de nuestro cuerpo, alma, mente, que pueda alcanzarnos, bien en este lugar o a cualquiera de las personas, lugares y cosas mencionadas, por cualquier espíritu que se haga presente en nosotros por nuestros propios pecados o equivocaciones (se repite tres veces este párrafo).
Ahora coloco la Cruz de Jesucristo entre todas las generaciones de mi árbol genealógico y reclamo en nombre de Jesucristo que no haya comunicación directa entre ninguna de estas generaciones.
Toda comunicación se filtrará a través de la Preciosa Sangre de Jesús.
María Inmaculada, revísteme de tu luz, poder y energía de tu fe.
Padre celestial, por favor, ordena a los Ángeles y a los Santos que me asistan. Gracias, Jesús, por ser mi Sabiduría, mi Justicia, mi Santificación, mi Redención. Me rindo al ministerio de tu Santo Espíritu, y recibo con respeto tu verdadera sanación intergeneracional.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Hay muchas oraciones para la Sanación Intergeneracional. A continuación te presento las diferentes oraciones que te ayudarán para lograr la sanación intergeneracional, generacional y para romper cadenas y ataduras.
Amor Sí, Odios No
Amor Sin Temor
Aunque Tú Me Hayas Herido
Cortando Ataduras
Cortar De Raíz
Del Crimen A Cristo
El Dolor De Ser Diferentes
Integridad En El Matrimonio
Jesús Es Señor
Justicia Y Misericordia
Nacida Para Ser Libre
Por El Que Más Me Ha Herido
Sanación Sexual
Sanando Hábitos Incorregibles
Sanando La Lengua
Sanando Niños Heridos
Sanando Todas Las Enfermedades
Salud Mental
Señor, Haznos Una Familia Unida
Señor, Te Pido Perdón Por Ellos
Sirviendo A Un Solo Dios
Toca, Cura Y Haznos Nuevos
Una Muerte Suave y Dulce
Y Yo Me Perdono